DISTINTAS REALIDADES
LUCIA VS DAVID
EL JUEGO DE VIDEO
Una historia tan cotidiana hoy en día, nos muestra como la misma situación puede ser vista desde PUNTOS DE VISTA tan DIFERENTES.
Son la 7 de la noche de un martes, tan normal como siempre, Lucia llega de su trabajo cansada, con ganas de ver a su hijo, David, de 14 años, al entrar en la casa, Lucia escucha los gritos y los estruendos de siempre, es David de nuevo, David y su famoso juego de video…. Lucia está a punto de explotar, no sabe en qué momento David ahorro para comprarse este juego tan violento.
Lucia entra en la sala de tele, dispuesta a terminar de una vez por todas con esta situación, ella como madre tiene la obligación de educar y proteger a David, este niño tiene que entender que esos juegos son solo violencia.
“David, apaga eso, tenemos que hablar” grita Lucia, en un tono que David enseguida capta como orden inmediata.
David voltea a ver a su mama, pone los ojos en blanco, pone pausa en el juego y se sienta, dispuesto a escuchar un nuevo sermón…
Lucia dice: “David, estoy muy preocupada por que tu nuevo juego de video, es muy violento, no puedo permitir que pases las tardes matando soldados, disparándole a personas, matándolas, volándoles la cabeza…”
David interrumpe “Mama, por favor no exageres, en este juego no mato a nadie, es solo un juego…”
Lucia muy molesta sube el tono de voz, “mira David no soy tonta, disparar a los soldados en la cabeza o en el pecho, en medio de la guerra, al dispararles les vuela la cabeza y les sale sangre por todos lados, para luego quedar tirados en el suelo, eso es matar, oigo los gritos, veo la sangre, están muertos…”.
David interrumpe a Lucia y se defiende diciendo “mama, yo no mato a los soldados enemigos…”
Lucia repite “claro que los matas, al dispararles les vuela la cabeza y les sale sangre, para luego quedar tirados en el suelo, eso es matar”.
David interrumpe nuevamente “Claro que no, mira mama, cada vez que yo reinicio la partida o enciendo nuevamente el juego de video, los soldados enemigos aparecen en la pantalla, vivos nuevamente, así que como ves, REALMENTE no mato a nadie, solo es un JUEGO….”
¡Qué difícil situación!, mientras que para Lucia el juego se trata de matar, para David, es solo un juego, algo así como una representación…. y cabe señalar que no ponemos a discusión si es correcto o no que David a sus 14 años juegue o no estos video juegos, solamente tratamos de ejemplificar como de esta historia, tan cotidiana, tan real, así como de TODAS aquellas en las que intervienen 2 personas o más, existen SIEMPRE dos versiones, OPINIONES DISTINTAS, DISTINTAS REALIDADES.
Así pues, hablando de diferentes realidades, como ya sabemos cada uno de nosotros vemos las cosas desde un punto de vista diferente, desde nuestra perspectiva, a partir de lo que hemos vivido, considerando que lo mismo, representa cosas totalmente diferentes para cada uno.
Escuchar esto, a veces resulta muy obvio, pero al intentar entenderlo de manera práctica, no siempre es tan sencillo, ya que por lo general somos muy dados a pensar que la manera en la que NOSOTROS vemos las cosas, es la manera CORRECTA, la única…
Y esto muchas veces termina en que tendemos a JUZGAR a los demás simplemente porque no son capaces de ver la REALIDAD, tal y como la vemos NOSOTROS.
Resulta además que es aún más delicado cuando aquellos a quienes juzgamos son nuestros seres queridos, cuando aquel OTRO que ve las cosas totalmente distintas es por ejemplo nuestro hijo, y lo juzgamos y pretendemos obligarlo a VER LA REALIDAD desde nuestro muy particular punto de vista, cuantos de nosotros no hemos intentado alguna vez que ese hijo nuestro vea las cosas a nuestra manera y ENTIENDA que la manera en la que nosotros vemos las cosas es la CORRECTA.
Si bien es cierto que nuestra labor como padres consiste en guiar y orientar a nuestros hijos, también es cierto que por ser las personas a quienes más queremos, deberíamos intentar comprender las cosas desde su punto de vista. A fin de cuentas es mucho más importante guiarlos y ayudarlos a actuar desde ellos mismos, siendo fieles a su propio YO, y no solamente lograr que hagan las cosas porque nosotros lo decimos, solo por complacernos, por miedo….